¿La maternidad nos esclaviza?

¿Qué pasa cuando hemos crecido en una sociedad que nos enseña que las mujeres por el simple hecho de ser biológicamente mujeres podemos hacer muchas cosas al tiempo?

¿Que pasa cuando nos creemos ese cuento del multitasking y pensamos que entre más cosas hagamos, más poderosas y valiosas somos?

¿Qué sucede con la visión de la maternidad cuando estás dentro de una sociedad que no le da la valía suficiente y la hace ver como parte de un fracaso o retraso del tan sobrevalorado “éxito”?

¿Qué pasa con una mujer con un ritmo de vida acoplado a las necesidad de la sociedad de hoy y se encuentra con un bebé?

¿Qué pasa cuando sientes que el tiempo ya no te pertenece porque hay un bebé demandando de tu cuerpo, tu alimento y tu presencia?

¿Qué pasa cuando alrededor te dicen que es malo dar mucho amor, presencia y caricias a un recién nacido?

Pasa que la maternidad parece una pesadilla. A lo largo de la historia de la mujer, muchas han estado en contra de la maternidad porque según esclaviza a la mujer y la mantiene en la esfera de lo privado. La reduce a una única versión de sí misma: ser madre. Pasas de ser Laura, a ser la mamá de Pedrito. Sin embargo el discurso antimaternalista cuestionó a las mujeres y bebés pero no cuestionó a la sociedad. Yo me pregunto entonces…

¿Sería esclavizante la maternidad si en vez de dejarle toda la responsabilidad de la crianza a la mujer, la familia se sintiera parte responsable del desarrollo y crecimiento de ese bebé, y participara activamente en ello?

¿Sería esclavizante la maternidad si al llegar con tu recién nacido en brazos, el entorno entendiera que su principal necesidad es el contacto y como tal todos trabajaran porque la madre esté cómoda y tranquila para que pueda proporcionar ese contacto?

¿Sería esclavizante la maternidad si dejáramos de pensar que cargar constantemente al bebé malcría y en cambio todos estuviéramos dispuestos a tener los brazos disponibles para ese bebé?

¿Sería esclavizante la maternidad si dejáramos de creer que recibir ayuda es sinónimo de debilidad, de incapacidad y nos hace una menos “supermamá” 

¿Sería esclavizante la maternidad si el entorno entendiera que con la llegada del bebé no nos reducimos a ser madres únicamente y que necesitamos tiempo para nosotras mismas, y que darnos ese tiempo no nos convierte en egoístas?

¿Sería esclavizante la maternidad si el estado pensara en facilitar esta labor dando licencias acordes a las necesidades de los bebés y madres?

¿Sería esclavizante si dejáramos de divinizar la maternidad, la trajéramos a lo terrenal y nos permitiéramos los errores y el proceso de aprendizaje sin sentir que nos resta valía o capacidad de maternar?

Pienso que la maternidad en sí misma no es esclavizante. La maternidad como la institución que hoy día nos imponen sí lo es. Mujeres 10 en todo: 10 de madre, 10 de esposas, 10 de trabajadoras, 10 de hijas, 10 de todo… y tú sintiendo que no alcanzas ni a un puto 1. Y por supuesto que lo que sientes es real, sientes que no puedes con todo… PERO ES QUE TAMPOCO TIENES PORQUE HACERLO TODO. 

El inicio de la maternidad puede ser un proceso bastante complicado o uno totalmente transformador. La plasticidad del cerebro de la mujer en el embarazo y el puerperio es el mejor momento para desaprender y re-aprender; para cuestionarlo todo y empezar a permitirnos ser humanas. Sí, porque hemos estado viviendo como maquinitas productoras y cuando llega ese bebé a bajar el ritmo que llevamos y te invita a estar en el ya y en el ahora a través de su constante necesidad de contacto, puede ser difícil si crees que lo que haces no tiene mayor valor. Pero para tu bebé lo es TODO, para tu bebé estás haciendo EL MEJOR TRABAJO QUE PUEDES HACER por él/ella. 

Quiero que sepas que no eres tú quien debe tener siempre todas las respuestas solo porque acabas de parir, permítete vivir el proceso de aprendizaje de una forma humilde y comprensiva contigo misma. No tienes porque saberlas todas y más importante aún, no eres la responsable de que tu bebé haga o deje de hacer todo lo que debería. Hay procesos naturales que se van a dar solos con el tiempo, etapas que pasarán sin que tu tengas que hacer algo más allá de acompañar y aprender a adaptarte a esos cambios. No tienes que solucionarlo todo siempre. 

Estas son algunas cosas que tu bebé empezará a hacer por sí mismo sin que intervengas con una especie de “entrenamiento”. Lo que necesitará de ti será presencia, amor y paciencia. Es importante que la familia se tome el tiempo de informarse de cada una de las etapas para saber cómo se desarrolla y cómo acompañar al bebé. 

  • Empezará a dormir más horas seguidas
  • Sabrá cuando comer y cuando dejar de hacerlo
  • Estará listo para sentarse, gatear y caminar. 
  • Comerá más cantidades cuando su cuerpo lo requiera. 
  • Dejará de necesitar que le cargues tanto
  • Dejará de necesitar el pecho
  • Comenzará a hablar a su tiempo.

Es posible que sientas que tu hijo “está mal” porque te demandan constantemente y solo quiere estar contigo. Seguro habrás leído aquí y allá que es normal, pero aún así podrías seguir pensando que algo anda mal y te desespera. Reflexiona, ¿realmente hay algo mal en el comportamiento de tu bebé o hay creencias dentro de ti que se convierten en vocesitas que te presionan porque tu deberías poder “hacer más”? Esas voces son tan difíciles de reconocer porque ese discurso lo tenemos tan bien aprendido que nunca lo cuestionamos. 

Repito: la maternidad puede ser la puerta a la locura o una gran oportunidad de crecimiento personal. Las oportunidades de aprendizaje que nos dan estos pequeñines son increíbles. Permítete estar en el ya y en el ahora. Ayer ya pasó y mañana no existe. Permítete la equivocación y aprende a soltar la perfección. Permítete hacerlo diferente, como a ti te funcione y no como “debería ser”. No permitas que sea la culpa por errores pasados la que tome decisiones por ti hoy. Permítete pedir ayuda y recibirla cuando te la ofrezcan. Permítete ser y sentir, eres humana y no una máquina. 

Pd: si alguna siente que ya ha hecho todo y sigue sintiéndose mal, consideren hacer terapia. Cuidar nuestra salud mental es fundamental.